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Cirugía reparadora post cirugía bariátrica

Todos los pacientes que han pasado por una cirugía Bariátrica bajan drásticamente de peso y la piel, en muchos casos, sufre las consecuencias de manera considerable, ya que en casos de obesidad severa puede quedar muy suelta.

En estas ocasiones los pacientes se preguntan si podrán hacerse una cirugía reparadora posteriormente para mejorar las secuelas de la obesidad y la respuesta es absolutamente SÍ. De hecho, hay casos donde la cirugía reparadora se vuelve fundamental porque los pliegues de la piel no desaparecen con el tiempo aunque se usen cremas, se haga ejercicio u otros tratamientos estéticos. En algunos pacientes estos pliegues presentan una dificultad para desenvolverse en la vida cotidiana porque entorpecen los movimientos, o generan problemas cutáneos como infecciones o erosiones. Hay casos de depresión debido a la disconformidad con el nuevo cuerpo, y hasta pacientes que buscan recuperar peso ya que con obesidad la imagen reflejada les era más gratificante.

¿Cuándo es el momento indicado para realizarla ?

Por supuesto hay que cumplimentar ciertos requisitos. El primero que la persona espere a estabilizarse en un peso saludable (posible). Se recomienda esperar al menos 18 meses luego de la cirugía Bariátrica. Esto permite monitorear que el paciente sostenga el peso estable, sin variaciones importantes.
Se estudia que nutricionalmente esté apto y sin contraindicaciones médicas.
Es fundamental nuevamente trabajar con el equipo multidisciplinario: nutricionista, psicólogo, clínico, cirujano y todo otro especialista que se requiera.
El paciente debe comprender que este tipo de intervención también dejará su huella. En este caso, cicatrices, que en algunos casos son más notorias que las de otras cirugías.

Las cirugías más frecuentes post bariátrica:

PEXIA MAMARIA: reafirma y levanta los senos cuya piel ha perdido tono y elasticidad.
LIFTING DE BRAZOS: corrige el exceso de piel dejándolos tensos y lisos.
ABDOMINOPLASTIA: retira el exceso de piel abdominal.
LIFTING DE MUSLOS: retira el exceso de piel, estirándola.
LIFTING DE GLÚTEOS: mejora el volumen y aspecto de esta zona. Existe la posibilidad de colocar implantes cuando la grasa del paciente no es suficiente.

 

 

Fuente: Extractos de charla virtual con el especialista en cirugía estética reconstructiva y maxilofacial Dr. Muñoz Paupie L. Nahuel

Cualquier inquietud no duden en consultar con nuestro equipo multidisciplinario.

Consultas al: (0291) 454 7216 / 18 – (0291) 450 0227

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Embarazo después de la cirugía bariátrica

Muchos de nuestros pacientes expresan su interés en iniciar o expandir su familia. En ocasiones es la motivación para operarse. Pero hay varias recomendaciones con respecto al momento del embarazo tras la cirugía de pérdida de peso que se basan en una comprensión teórica de lo que ocurre después de la misma.

Los consensos estipulan esperar 18 meses para la concepción, independientemente del tipo de procedimiento.

El cuerpo sufre muchos cambios fisiológicos, hormonales, los requerimientos nutricionales requieren de tiempo para alcanzar el nivel adecuado, puede haber necesidad de fármacos. Hay también cambios psicológicos que se producen con la consecución de una nueva imagen corporal, así como otros problemas potenciales y fuentes de estrés.

Nuestro equipo asesorará a la paciente en edad fértil por lo que animamos a cada uno a hacer preguntas sobre el embarazo para que puedan tomar una decisión bien informada, de forma temprana a la hora de pensar en su idoneidad para la cirugía de pérdida de peso.

DEBE EVITARSE EL EMBARAZO HASTA 18 MESES DESPUÉS DE LA CIRUGÍA BARIÁTRICA

Es importante remarcar que la pérdida de peso frecuentemente tiene un impacto positivo sobre la fertilidad femenina y la función sexual en mujeres en edad reproductiva. Pero es esencial para la salud de la madre y del niño que sea evitado el embarazo por lo que se deberán prescribir los métodos de anticoncepción adecuados.

Recordemos que las mujeres obesas tienen mayor riesgo de complicaciones durante el embarazo como la diabetes gestacional, preeclampsia, hipertensión inducida por el embarazo, aumento de peso materno y el parto por cesárea, entre otras. En cambio, los embarazos después de procedimientos bariátricos aseguran que este sea, generalmente, sin complicaciones cuando se ha dado el tiempo suficiente para la recuperación postoperatoria y la pérdida de peso adecuada, antes de la concepción.

Aunque algunas mujeres han tenido embarazos saludables durante el período de los 18 meses postoperatorios, los estudios indican que los embarazos que ocurren dentro de ese tiempo tienen más probabilidades de terminar en aborto involuntario y también pueden estar asociados con un mayor riesgo de una variedad de problemas, incluyendo el parto prematuro, defectos de nacimiento y complicaciones quirúrgicas.

¿POR QUÉ EXISTE UN AUMENTO DE LOS RIESGOS ASOCIADOS CON EL EMBARAZO POSTOPERATORIO TEMPRANO?

Los procedimientos bariátricos facilitan la pérdida de peso mediante la restricción de la ingesta de alimentos y / o la disminución de la capacidad del cuerpo para absorber nutrientes y calorías. Después de la cirugía, se requieren cambios significativos en el estilo de vida con el fin de apoyar la recuperación quirúrgica, ayudar a la pérdida de peso y mantener el estado nutricional del paciente, con la necesidad de una suplementación continua de multivitaminas e hierro.

LAS NÁUSEAS Y VÓMITOS SON NORMALES DURANTE EL EMBARAZO, PERO PUEDEN SUGERIR UN PROBLEMA DESPUÉS DE LA CIRUGÍA BARIÁTRICA

Aunque es relativamente raro, son posibles complicaciones tras la cirugía bariátrica, y existe el peligro de que los primeros síntomas tales como dolor abdominal inespecífico, las náuseas y los vómitos puedan pasar desapercibidos si ocurren durante el embarazo, momento en el que estos síntomas son relativamente comunes. Las complicaciones quirúrgicas representan un grave riesgo para la madre y el bebé en estos casos y ha habido varios informes en la literatura médica de muertes maternas y neonatales que se producen como resultado de complicaciones bariátricas durante el embarazo .

LAS TOMOGRAFÍAS COMPUTARIZADAS QUE A VECES PUEDEN AYUDAR A DETERMINAR LA FUENTE DEL MALESTAR ABDOMINAL DESPUÉS DE CIRUGÍA BARIÁTRICA DEBEN EVITARSE DURANTE EL EMBARAZO

Los estudios de imágenes médicas y radiológicas abdominales que ayudan en el diagnóstico de obstrucción intestinal pueden presentar un riesgo adicional para el feto en desarrollo.

EL ESTADO NUTRICIONAL ES DIFÍCIL DE EVALUAR HASTA QUE LA PÉRDIDA DE PESO SE ESTABILIZA

La salud del feto depende en gran medida del estado nutricional materno. Aunque la mayoría de las mujeres que se han sometido a procedimientos bariátricos son capaces de satisfacer las necesidades nutricionales de su bebé en crecimiento durante todo el embarazo, la pérdida de peso rápida que sigue a la cirugía bariátrica, y la posibilidad de déficits nutricionales que se produzcan al tiempo de adaptarse a los nuevos requisitos de la dieta y los hábitos alimentarios, representan una fuente importante de riesgo para el bienestar materno y fetal. Se ha observado un aumento en las incidencias de defectos del tubo neural, como la espina bífida y la anencefalia, en los bebés nacidos de madres que previamente se sometieron a un procedimiento bariátrico malabsortivo, y que no se adhirieron a su régimen alimenticio prescrito.

A todas las mujeres se les recomienda tomar vitaminas prenatales y seguir las pautas nutricionales de su obstetra para reducir al mínimo el riesgo de que su bebé desarrolle defectos del tubo neural. Estos defectos aparecen durante las primeras etapas del embarazo y pueden ocurrir antes de que una mujer se dé cuenta de que está embarazada así que la suplementación debería comenzar por lo menos tres meses antes de la concepción. Para las mujeres que se han sometido a procedimientos malabsortivos, puede ser necesario aumentar la dosis con el fin de contrarrestar la mala absorción.

LA CIRUGÍA BARIÁTRICA PROPORCIONA UN MARCO DE TIEMPO LIMITADO PARA LLEGAR A SU NUEVO OBJETIVO. USTED NECESITA SER LA PERSONA MÁS IMPORTANTE DURANTE ESTE TIEMPO

La decisión de modificar sus intestinos de forma permanente con el fin de lograr una pérdida de peso duradera es una decisión muy personal. Personal en este caso implica que es su decisión. Este es su tiempo para tomar el control de su salud, adoptar hábitos alimenticios y un estilo de vida positivo para bajar de peso y en muchos casos conseguir librarse de las comorbilidades relacionadas con la obesidad, como la hipertensión y la diabetes.

Usted necesita asegurarse de tener tiempo para hacer ejercicio, leer las etiquetas de los alimentos, preparar la comida de una manera sana y, básicamente, para pensar acerca de sí mismo. La pérdida de peso se produce muy rápidamente después de la cirugía bariátrica y luego se ralentiza. Es necesario utilizar este período de rápida pérdida de peso como un catalizador, un trampolín, un método de refuerzo positivo, de modo que usted pueda realizar los otros cambios positivos necesarios para un resultado exitoso.

En resumen, es necesario un espacio de tiempo en su vida en el cual usted sea la persona más importante. Preocuparse por el feto en desarrollo y el futuro de la vida de su hijo potencial complica este período de tiempo considerablemente.

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¿Puede una dieta adecuada prolongar la vida?

Un estudio de gran tamaño sugiere que nunca se es demasiado mayor para beneficiarse del compromiso de comer de forma más saludable

¿Con una mejor dieta, una vida más larga?
Las personas de mediana edad y mayores que empiezan a comer mejor también tienden a vivir más tiempo, muestra un estudio reciente de gran tamaño. Los hallazgos, que aparecen en la edición del 13 de julio de la revista New England Journal of Medicine, quizá no parezcan sorprendentes. Los expertos médicos dijeron que el mensaje refuerza básicamente lo que las personas han estado escuchando durante años.

Pero el estudio es el primero en mostrar que los cambios sostenidos en la dieta (incluso a una edad avanzada) podrían alargar la vida de las personas, comentaron los investigadores.

“Una moraleja importante es que nunca es demasiado tarde para mejorar la calidad de la dieta”, dijo la investigadora principal, Mercedes Sotos Prieto, científica visitante de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Harvard, en Boston.

“La mayoría de participantes de nuestro estudio tenían a partir de
60 años”, indicó.”

Los hallazgos se basaron en casi 74,000 profesionales de la salud estadounidenses que participaron en dos estudios realizados a largo plazo que empezaron en los años 70 y en los 80.

Entre 1998 y 2010, fallecieron casi 10,000 de los participantes del estudio. Sotos-Prieto y su equipo observaron el modo en que el riesgo de muerte prematura de las personas se relacionaba con cualquier cambio en la dieta que hicieron en los 12 años anteriores (de 1986 a 1998).

Resultó que las personas que habían cambiado a mejor (que añadieron más fruta y verdura y granos integrales, por ejemplo) tenían un riesgo más bajo de muerte prematura que las que mantuvieron la misma dieta. Por el contrario, las personas cuyos hábitos alimentarios empeoraron se enfrentaron a un riesgo más alto de fallecer durante el periodo de estudio (entre un 6 y un 12 por ciento más alto) que las personas cuya dieta se mantuvo estable, mostraron los hallazgos.

¿Hasta qué punto las mejoras en la dieta marcaron una diferencia?

Varió un poco en función de la medida de la calidad de la dieta. Los investigadores usaron 3 sistemas de calificación: el índice alternativo de alimentación sana; la puntuación alternativa de la dieta mediterránea, y la puntuación de la dieta DASH (por las siglas en inglés de método dietético para detener la hipertensión).
Los sistemas de puntuación difieren en algo, pero todos dan más puntos a los alimentos como las verduras, la fruta, los granos integrales, el pescado, los productos lácteos bajos en grasa y las fuentes de grasas “buenas”, como el aceite de oliva y los frutos secos. A los alimentos procesados, los dulces, la carne roja y la mantequilla, por otra parte, se les da una calificación más baja.

En general, el estudio encontró que una mejora del percentil 20 en la calidad de la dieta se asoció a una reducción del 8 al 17 por ciento en el riesgo de muerte prematura por cualquier causa. Hubo una disminución parecida en el riesgo de mortalidad por enfermedad cardiaca o accidente cerebrovascular, en concreto.
Ese cambio del percentil 20 es un cambio bastante menor, según Sotos Prieto.

Esto se conseguiría, por ejemplo, al sustituir una porción diaria de carne roja por una porción de legumbres o frutos secos, dijo.

“Nuestros resultados subrayan el concepto de que las mejoras modestas en la calidad de la dieta a lo largo del tiempo podrían influir de forma significativa en el riesgo de mortalidad”, dijo Sotos Prieto.

Alice Lichtenstein es vocera de la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association) y profesora de ciencias de la nutrición en la Universidad de Tufts, en Boston. “Este estudio refuerza lo que hemos estado diciendo durante mucho tiempo”, señaló.

Lo ideal es que la alimentación saludable sea un hábito de por vida. Pero nunca se es “demasiado viejo” para hacer cambios a mejor, comentó Lichtenstein.
“La idea clave es hacer cambios a los que pueda atenerse durante el resto de su vida”,
enfatizó.

No hay alimentos ni nutrientes milagrosos, añadió Lichtenstein. En lugar de eso, el nuevo estudio “valida” el concepto de que lo que importa es la dieta general, explicó.

Connie Diekman, dietista registrada, se mostró de acuerdo. Dijo que una guía general es empezar a comer más alimentos procedentes de plantas.
Cuando las personas coman carne roja, Diekman sugirió que coman unos cortes más magros.

“Pasar de una comida de carne y patatas a unas verduras salteadas, quínoa y un poco de pollo a la parilla o una arrachera magra sería un modo de pasar a un patrón de alimentación más saludable”, dijo Diekman, jefa de nutrición universitaria en la Universidad de Washington, en St. Louis.

La buena noticia, según Lichtenstein, es que se está volviendo más fácil comer de forma saludable. Dijo que los estadounidenses generalmente tienen más acceso a una variedad de granos integrales y frutas y verduras, frescas o congeladas, lo que puede resultar más económico.

Fuente: Link (www.intramed.net)

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La grasa visceral se relaciona con varios tipos de cáncer

El lugar donde se ubica la grasa es un predictor tan potente como el IMC

El lugar donde se encuentre la grasa que tenga en exceso podría ser tan clave para su riesgo de cáncer como cuánto peso de sobra tenga, según una nueva investigación.

El estudio reveló que tener demasiada grasa alrededor de la cintura es un indicador tan bueno del riesgo de cáncer relacionado con la obesidad como el índice de masa corporal (IMC), que es un estimado de la grasa corporal basado en el peso y la estatura.

“Nuestros hallazgos muestran que tanto el IMC como el lugar en que se tiene la grasa en el cuerpo pueden ser buenos indicadores del riesgo de cáncer relacionado con la obesidad”, dijo el autor principal del estudio, Heinz Freisling, científico en la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer.

“Para que quede mejor reflejado el papel de la biología subyacente, creemos que es importante estudiar algo más que solo el IMC cuando se piense en el riesgo de cáncer. Y nuestra investigación añade una mayor comprensión sobre cómo la forma del cuerpo de las personas podría aumentar su riesgo”, dijo Freisling en un comunicado de prensa de Cancer Research UK.

En el estudio, los investigadores analizaron los datos de casi 43,000 personas a las que se dio seguimiento durante un promedio de 12 años, y más de 1,600 personas a las que se diagnosticó un cáncer relacionado con la obesidad.

Según el estudio, 4.3 pulgadas (unos 11 cm) adicionales en la cintura aumentan el riesgo de cáncer relacionado con la obesidad en un 13 por ciento, y 3.1 pulgadas (7.8 cm) en las caderas se asociaron con un aumento en el riesgo de un 15 por ciento. Pero los hallazgos no demostraron que el exceso de grasa en la zona media provoque el aumento del riesgo de cáncer.

Los hallazgos aparecen en la edición del 24 de mayo de la revista British Journal of Cancer. Después de fumar, tener sobrepeso u obesidad es la mayor causa individual prevenible de cáncer y se asocia con 13 tipos de cáncer, como el de intestino, de mama y de páncreas, indicaron los investigadores.

Julie Sharp, jefa de información sobre la salud de Cancer Research UK, dijo que “este estudio hace más hincapié en que independientemente del modo en que se mida, tener sobrepeso u obesidad puede aumentar el riesgo de desarrollar ciertos cánceres”, incluyendo el cáncer de mama y el intestinal.

“Es importante que las personas estén informadas sobre los modos de reducir el riesgo de cáncer. Y aunque no hay garantías contra la enfermedad, mantener un peso saludable puede ayudarle a que las probabilidades estén a su favor, y también tiene muchos beneficios más”, dijo Sharp.

“Hacer cambios pequeños en la alimentación, la bebida y mantenerse físicamente activo de tal modo que pueda seguir con ello a largo plazo, puede ayudarle a llegar a tener un peso saludable y a permanecer allí”, añadió.

FUENTE: Cancer Research UK

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La obesidad es un factor de riesgo grave para el Covid-19

 

Las personas que tienen obesidad o sobrepeso tienen un mayor riesgo de sufrir complicaciones si se infectan con el nuevo coronavirus.

Debemos tomar conciencia de que la obesidad y el sobrepeso no son problemas estéticos sino que se acompañan de afecciones que multiplican los riesgos de sufrir complicaciones o incluso morir cuando nos vemos expuestos a virus y otras infecciones.

Según un reporte británico reciente, de los pacientes afectados por Covid-19 que permanecen en cuidado intensivo en los hospitales del Reino Unido a causa de complicaciones de la enfermedad, el 63% es obeso, obeso mórbido o tiene sobrepeso.

Los pacientes obesos, generalmente tienen asociada a su condiciones dos que además suelen ir de la mano: diabetes e hipertensión, dos condiciones que ya han sido reportadas en esta pandemia como factor de riesgo por sí solas.

Otro aspecto que se ha podido comprobar es que quienes tienen obesidad, tiene una respuesta inmunológica alterada y las células del sistema inmunes entregan una respuesta debilitada frente a las enfermedades y microorganismo que ataquen al cuerpo.

También la apnea del sueño provoca una disminución del oxígeno que llega a las células. Su volumen de grasa corporal hace que sea más difícil realizarles radiografías, ser intubados, ajustarles un respirador o simplemente movilizarlos en una cama o sillón, actividades todas muy cotidianas en el manejo del coronavirus.

Por ello no retrase ni abandone su tratamiento contra la obesidad, conseguir un peso controlado es “vital” para afrontar “con éxito” próximas epidemias y disfrutar de una vida con menos riesgos, ya que las personas con un sobrepeso de 12 kilos o más tienen sistemas inmunitarios debilitados que les hacen estar “más expuestos” a infecciones.

 

Egidi Cirugía

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Sistema inmune y alimentación

Una nutrición adecuada es la clave para mantener un sistema inmunológico saludable.

Lo que una dieta saludable no puede evitar es, que los microorganismos patógenos ingresen al organismo, pero lo que SI puede lograr una alimentación adecuada y saludable; es proveer los nutrientes esenciales que nuestro cuerpo necesita, para que el sistema inmunitario esté bien preparado para hacerle frente a los microorganismos patógenos.

Para lograr obtener una combinación de nutrientes adecuada; es importante añadirle colores a tu plato. Consumir variedad de alimentos, frutas y verduras diariamente; nos provee de distintos nutrientes, como antioxidantes, fotoquímicos, minerales y vitaminas, que son necesarias parar que nuestro sistema de defensas, funcione adecuadamente.

Estos alimentos son ricos en vitamina A (o beta caroteno), vitamina C, vitamina E, vitamina D, complejo B , fitoquìmicos y antioxidantes además de otros nutrientes que mantienen tu sistema inmunológico funcionando a un nivel óptimo.

En que alimentos se encuentran:

Beta caroteno

La calabaza, las batatas, las zanahorias, los mangos, duraznos, naranjas, brócolis, tomates, son ricos en beta caroteno, se ha demostrado que ofrece protección para los pulmones y ayuda con la inmunidad

El sol y la vitamina D
La vit D es importante para apoyar las funciones del sistema inmunológico y así combatir las infecciones, entre otras funciones importantes que tiene esta vitamina. Los alimentos que son altos en vitamina D son los hongos, los pescados grasos como el salmón, sardinas,los huevos, también se encuentra en la leche y yogures fortificados. Puede ser sintetizada de forma natural por nuestro organismo, a partir de la exposición a la luz solar durante 20 minutos.

Vitamina C
Es un potente antioxidante. Se encuentra en frutas cítricas, los arándanos, kiwi, perejil, los melones, el brócoli, los tomates y los pimientos morrones, verduras y frutas crudas en general.

Ajo y cebolla
Tienen propiedades antivirales y antibacterianas

Probiòticos
Los probióticos son bacterias “buenas” que promueven la salud de nuestro intestino. Aportan bacterias buenas a nuestra microbiota. Estos se pueden encontrar en los alimentos fermentados como el yogur y el kimchi, chucrut, kéfir. Los alimentos ricos en fibras también colaboran y promueven la salud intestinal. Por eso es importante incluir granos integrales, legumbres, semillas, frutos secos además de frutas y vegetales.

El zinc
El zinc es un mineral importante. Se encuentra en las células por todo el cuerpo. Es necesario para que el sistema de defensas del cuerpo funcione apropiadamente. Participa en la división y el crecimiento de las células, al igual que en la cicatrización de heridas y en el metabolismo de los carbohidratos. Se encuentra los alimentos tales como el germen de trigo, legumbres, huevos, nueces, almendras. También se puede encontrar en las carnes y en los mariscos.

Los ácidos grasos Omega-3
Son importantes antiinflamatorios naturales, tanto para fortalecer el sistema inmunitario, como para cuidar la salud cardiovascular, visual y cerebral. Los podemos incorporar incluyendo la nuestra alimentación, frutos secos (especialmente nueces y almendras) y semillas de chia y lino, pescados grasos (atún, sardina, anchoas, salmón).

Ademas de incluir alimentos de buena calidad, también es importante:

  • Limitar o evitar el consumo de alimentos ultra procesados, ricos en grasas de mala calidad, azúcares, sodio (sal), conservantes y aditivos químicos, que dañan nuestra salud.
  • Mantener una adecuada hidratación, limitando las gaseosas y jugos envasados, bebidas alcohólicas y promoviendo el consumo de agua como bebida hidratante.
  • Mantenernos activos físicamente, para ello es recomendable realizar ejercicios programados con una frecuencia de 2 a 3 veces por semana.

Lic. Carla Pulita
Nutrición Bariátrica y Quirúrgica